3 - Una educación unida.

 Desde la instauración de la democracia, en España  hemos tenido ocho leyes educativas distintas. Esto supone varias carencias y problemas en el ámbito educativo nacional. En primer lugar, se produce una incertidumbre en el modo de enseñar. Los profesores no pueden estar continuamente modificando a gran escala los métodos debido a los cambios que se imponen desde arriba. Esto además implica una dificultad en la valoración, si cada pocos años se cambia el sistema no da tiempo a analizar las virtudes y las carencias del mismo. Otro problema que se genera es el de la desigualdad, en nuestro país hay 17 comunidades autónomas que aplican los cambios de diferentes formas y a distintas velocidades. Esto genera desigualdad educativa dependiendo de la comunidad en la que se viva. Por último, me gustaría destacar la elevada carga ideológica que subyace en las leyes educativas, especialmente en las últimas. Pareciese que el objetivo de las leyes no fuese el aprendizaje del alumno, sino más bien que se adhiera al ideario del jefe de turno.

¿Por qué se produce este problema? Para mi la clave radica en el poder que conlleva la educación, quien introduzca en las nuevas generaciones su ideario gobernará el futuro. Entonces lo que aquí está sucediendo es una lucha de poder, de la cual las primeras victimas somos los alumnos, porque la educación y formación integral de la persona pasa a un segundo plano.

¿Como se puede solucionar esto? La pregunta encierra un profundo deseo de concordia, muy necesario en una sociedad cada vez más polarizada. Encontrar la respuesta a esta pregunta se puede considerar un sueño, pero dado que soñar de momento es gratis, vamos a atrevernos a soñar un poco. La respuesta fácil es decir, que nadie toque la ley actual de educación, pero esta solución es una trampa, porque los que hoy la pueden defender hace un año no opinaban lo mismo y viceversa. Por tanto, esa opción no es viable y no evitaría la ideologización. Yo creo que la solución debe pasar, en primer lugar, por un estudio exhaustivo de la educación. Después deberían reunirse todos para redactar una ley juntos, una ley que deberá evitar los elementos ideológicos. Un posible modo de reducir la carga ideológica es el de votar la ley punto por punto y exigiendo una mayoría amplia para su aprobación y después blindarla para unos cuantos años. Quizá sea algo complicado que salga una ley con estas exigencias, pero, a mi modo de entender las cosas, el mero hecho de intentar algo en este sentido ya aportaría mucho, sería un cambio de tendencia.

Un cordial saludo, Francisco. 

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